Importancia de los archivos eclesiásticos en el patrimonio documental español

Rosa María Ramírez Navalón

Universidad de Valencia

      Los archivos, en general, ocupan un lugar preferente del patrimonio documental español ya que son memoria escrita de la sociedad, lo que nos permite un mejor conocimiento de la historia. El archivo, en una primera aproximación conceptual, es el conjunto ordenado de documentos escritos, reunidos por las personas o instituciones en el ejercicio de sus funciones. La redacción de estos documentos son testimonio de la vida y desarrollo de las personas físicas o jurídicas que los crearon y perpetúan su memoria.

      Los archivos como fuente de investigación histórica y como patrimonio documental serán más valiosos, cuanto más antigua sea la institución que lo creó y conservó, con continuidad en el tiempo. Precisamente, en el ámbito religioso es donde se encuentran instituciones que poseen una finalidad y personalidad específica e influyente, a lo que se une su continuidad en el tiempo y su antigüedad.

      Un claro ejemplo lo encontramos en los archivos eclesiásticos y en el gran servicio que pueden prestar a la investigación histórica. El devenir de la cultura occidental desde la Edad Media hasta nuestros días, está íntimamente enraizado con los hechos históricos de carácter eclesiástico y esta imbricación es tan profunda que no se puede entender el desarrollo de la civilización sin recurrir a los archivos históricos de las distintas instituciones de la Iglesia. Es más, cuanto más antiguo es el periodo histórico sobre el que se quiere investigar, más necesidad hay de acudir a los archivos eclesiásticos, sobre todo a los monásticos que son mucho más antiguos que los estatales.

      Los archivos más antiguos son los monásticos, catedralicios, episcopales y parroquiales y a estos se añaden los archivos de las instituciones caritativas y educativas, seminarios, universidades eclesiásticas, los de cofradías, hermandades, asociaciones piadosas, los de instituciones hospitalarias y los de las obras misionales, ente otros.

      Estos archivos son prácticamente continuos en el tiempo, salvo el periodo de las desamortizaciones, en donde se destruyeron parte de los mismos o, en el mejor de los casos, pasaron a manos del Estado. La investigación histórica que permite el recurso a los archivos eclesiásticos puede referirse a numerosos temas, además de los propiamente eclesiales. Así, todo lo concerniente a la institución monárquica, las cortes y su funcionamiento, los fueros, reconquista y repoblación. Relaciones entre Iglesia y Estado, desamortizaciones, régimen señorial, producción agraria y económica, comercio, artesanía, industria, etc. Permite ahondar en la genealogía, la sociología y la estadística gracias a las series de los llamados libros sacramentales. Nos acerca a la historia del derecho canónico y derecho civil y por ello en los antecedentes de la mayoría de las instituciones jurídicas: matrimonio, contratos derecho hereditario, procesos, etc. Y del mismo modo abre las puertas al estudio de la historia del arte en todas y cada una de sus manifestaciones.

      Esta utilidad manifiesta de los archivos eclesiásticos en la investigación, sin embargo, no debe nunca estar reñida con el principal aspecto o finalidad de los mismos, es decir, con su finalidad cultual. En este sentido, se manifiesta el documento de la Pontificia Comisión para los Bienes Culturales de la Santa Sede sobre la función pastoral de los archivos eclesiásticos.

      De este modo se puede afirmar que los archivos eclesiásticos son la memoria de la vida de la iglesia y reflejan al mismo tiempo el sentido de tradición. Son fuentes primarias para recrear la historia en sus múltiples formas de expresión religiosa y social; nos ayudan a reconstruir la historia, mostrando a la sociedad la acción pastoral de las iglesias locales, llámense diócesis, parroquias o zonas de evangelización donde realizan su acción pastoral los institutos religiosos.

      Los documentos, ubicados en estos archivos, son pruebas concretas del pueblo cristiano en su dinámica religiosa y son manifestaciones de las variadas formas artísticas, expresiones constantes del culto y de religiosidad popular. Por ello se pueden considerar instrumentos pastorales que transmiten cultura, pero también son memoria histórica en la que se manifiesta los sucesos que atestiguan el obrar y el saber de generaciones pasadas en su propio contexto social, cultural y religioso.

      En este trabajo nos detendremos en el análisis de los archivos pertenecientes a las personas jurídico públicas en la Iglesia y especialmente en los archivos catedralicios o capitulares, a los episcopales o diocesanos y a los parroquiales, en cuanto patrimonio cultural de la Iglesia, es decir, en su vertiente histórica.

      Partimos de un estudio de los antecedentes archivísticos de la Iglesia, para pasar a concretar el concepto jurídico de archivo eclesiástico y señalar sus clases. Sin embargo, la finalidad principal objeto de la investigación es la de dar a conocer el régimen jurídico de los archivos eclesiásticos, en cuanto patrimonio cultural, tanto en el ámbito canónico, como en el civil. Este estudio se realiza de forma sistemática, es decir, por materias o temas entre los que destacan: la protección jurídica de los archivos eclesiásticos, el gobierno o sistema interno, el derecho de acceso y la concentración de archivos eclesiásticos. Concluimos con el análisis de las formas de cooperación con la Iglesia en materia archivística, ya provengan del ámbito público o del privado.


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